Cómo sobrevivir a la rajadura de una pieza bizcochada

Hiciste esa pieza que tanto te costó, pero lo lograste. Le haces todos los ajustes del caso. Con un poco de ansiedad esperás a que se seque. Después de una semana de idas y vueltas la metés al horno…. diez horas después abrís el horno tempranito y de repente chan!! Encontrás la pieza con una brutal rajadura.
Si sos de naturaleza volátil… como es mi caso, es casi seguro que la tirás a la basura o la molés con una masa y hacés un poco de catarsis… Por suerte mi mujer tiene la capacidad de dar segundas chances a las cosas y buscando por ahí y por allá, encontró una manera de sellar la grita, esmaltar y salvar la pieza.
Honestamente yo no estaba muy convencido pero la verdad que fue un éxito.

El procedimiento es el siguiente:
  1. Se mezcla un poco de arcilla (blanca o roja – según la pieza a restaurar ) con un poco de esmalte base. Podríamos decir que la proporción es de 50 y 50.
  2. Con eso se arma una amalgama y se cubre la grita.
  3. Luego se deja secar
  4. Finalmente se esmalta la pieza como se tenía pensado.
El paso a paso y el resultado final:

fix-pasos

fix.vista.top

fix.vista-lateral

 

2 Comments
  • Ariel
    Posted at 11:13h, 18 enero Responder

    Fenomenos!!! si me permiten un pequeño aporte… se podría bajar un poquito la cantidad de esmalte y agregar chamote de esa misma pasta, el polvillo de cuando rasqueteamos o lijamos, yo lo voy guardando y cada tanto lo bizcocho y preparo: 1 parte de chamote (roja, blanca, etc. 2 partes arcilla cruda y 1 parte de esmalte. sobre todo si la grieta es muy grande.
    El chamote al ya estar cocinado no sigue contrayendo.
    Espero que sirva. Abrazos

  • potte
    Posted at 12:39h, 18 enero Responder

    Super aporte my friend… Gracias por compartir tu experiencia de viejo lobo de la cerámica 😉 Muchas gracias!

Post A Comment